sábado, 4 de diciembre de 2010

El suicidio y la trascendencia


“Los dioses habían condenado a Sísifo a rodar sin cesar una roca hasta la cima
de una montaña desde donde la piedra volvería a caer por su propio peso.
Habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el
Trabajo inútil y sin esperanza”
Mito de Sísifo, Albert Camus.

Casi siempre el acto antes del suicidio tiende a hacer el más fácil de desempeñar, pero es quizás el de mayor carácter. Dar un paso al frente, halar un gatillo, tragar, pincharse. Algunos otros son un poco más elaborados pero no por eso son más importantes. Si me dieran a elegir, elegiría un buen salto.

En la mayoría de las sociedades capitalistas el suicidio es considerado un acto inmoral y mal visto, pues generalmente se menciona que el hecho de tomar una decisión de tal magnitud, se debe a problemas psicológicos o sociales. Y es así porque el acto de quitarse la vida es de profunda conciencia existencial, ya que no es simple reconocer el hecho de no poder tener razón después de la muerte.

Sin embargo existe otro punto de vista menos social y más individual como causa de la decisión de un suicidio y es el hecho de desmitificar la muerte y apropiarse de ella como un ciclo natural.

Empiezo este análisis desde la forma más cercana posible, una carta:

He pensado acabar mi carrera y continuar estudiando, haciendo la maestría y el doctorado. He prometido que a los 26 años regalaré a mi madre una casa en tierra caliente para que viva ella y mi padre. Seguiré estudiando hasta cumplir los 30 años y sin tener ningún nexo social cercano que me impida hacer las cosas que deseo hacer, subir a un nevado y saltar hasta tocar fondo.

Te preguntarás Luis y ¿ por qué no hacerlo ahora?. Pues mi familia y mis amigos de forma inconsciente impiden que lo haga, dado que las relaciones sentimentales son de gran fortaleza. Pienso en el actuar de ellos inmediatamente después de que se enteren de mi deceso. No puedo permitirme que las relaciones sociales formadas con ellos se quebranten súbitamente afectándolos, posiblemente, de forma emocional. Se podría pensar si esto tiene relevancia alguna después de haber saltado, y la respuesta es que no tiene ninguna relevancia, sin embargo la pregunta tampoco se ha hecho de forma correcta, pues no importa el después del acto si no el antes de.

Claramente la decisión de tomar su propia vida está ligada a la importancia relacional que se tenga con el entorno y que este acto debe ser tomado en forma que se minimicen los daños emocionales a sus allegados, pues no existirá un valor nulo a daños emocionales, esto correspondería a no haber tenido ningún tipo de contacto con mi persona. Esto también implica no tener novia o amante, ni esposa ni hijos a los que se puedan llegar amenazados con el acto. De igual forma, se debe estar viviendo en algún lugar donde no viva consigo alguna persona.

Por otro lado las relaciones económicas (fuera de las empresariales o bancarias) que se tengan cara a cara, deben ser reducidas al mínimo para no afectar a la otra persona.

Mas allá del acto mismo del suicidio y sus condiciones para hacerlas, lo que en verdad te preocupará es el de tener la decisión de hacerlo, apropiarse y encariñarse con la muerte.
Existirán claras hipótesis sobre mi estado emocional que me llevará hacerlo, hipótesis sobre mis relaciones sociales, tanto laborales de tipo académico como emocionales, hipótesis sobre su creencia religiosa, hipótesis respecto a la historia; preguntarán los psicólogos y psiquiatras, los sociólogos y los trabajadores sociales a aquellos que conozco sobre mi vida, sobre mi actuar, sobre mi estudio, sobre mis amistades, sobre mi consumo de drogas, sobre mis aficiones, sobre mis manifestaciones al suicidio. Indagarán y las hipótesis se harán cada más detalladas.

Me tendrás que perdonar Luis, si soy un poco metódico y riguroso, pero trato de ser lo más sencillo posible con un tema tan complejo.

Desde un punto de vista muy formal, las hipótesis solo nos llevaran a posibilidades, sin embargo para tener la verdad se debe hacer una comprobación, como en la ciencia, como tu muy bien lo mencionabas en clase. La veracidad se obtiene es por una comprobación así que la verdad la tengo yo y no mis allegados a los que tanto han preguntado sobre mí.

Cuando los dioses castigaron a Sísifo al rodar una piedra hasta la cima de la montaña, dieron a él motivos por los que vivir sin tratar de pensar en algún objetivo o una meta. El problema del suicidio se basa en un encuentro muy íntimo con la propia vida y con el entendimiento de algún problema profundo de ésta con respecto a los objetivos de su vida. A este tipo de problema y este tipo de encuentro es a lo que Albert Camus llama el absurdo. En general el absurdo se encuentra en todas las personas, hasta en ti Luis, que has tratado de entender la vida desde la literatura o hasta en mí tratando de buscarla desde la física o un poco mas afanado mediante este texto. Así Sísifo no tiene tiempo para pensar para que subir y si lo que está haciendo sea un objetivo en su vida, simplemente tiene que hacerlo y no encontrará absurdo alguno.

Pensarás entonces que absurdo puede encontrar una persona como yo, alumno callado pero atento. Claramente no soy el único que piensa en el valor de la vida, ni como darle un buen uso a esta, si yo lo he pensado estoy seguro que otro también lo habrá hecho. El absurdo se encuentra a los 30 años, pues mas allá mi proyecto de vida no existe. Los sociólogos han descrito que el matrimonio es una forma de hacer la vida más simple y sencilla para aquellos que no encuentran otra salida sin embargo no es la única. Y si deseas tener un hijo simplemente debes de conseguir una mujer sana que preñar y encargarte tú del niño, los asuntos legales los tendrás que arreglar.

Pero entre mis proyectos no veo mujer a cual preñar, ni mucho menos con la que compartir mi vida, por el contrario veo un mundo menos relacional y más tranquilo estudiando y viajando a los lugares que me gustan. Este tipo de vida se acaba a los 30 años pues considero que hasta esta edad se tendrá un buen orden social, una buena salud, capacidad y lucidez para aprender y tiempo para reflexionar sobre la vida.

Es cierto que no fui a clase, soy muy enfermizo pero trato de mejorar Luis. Creeré que me perdí la mejor clase cuando habríamos de discutir Maternidad, aunque discutir una historia tan personal como la de nuestro protagonista es tal vez trasgredir su integridad. Trato de no hacerlo, sino tomar parte de sus ideas y su idea es la trascendencia. Es posible que una forma simple de valorar la vida sea el hecho de trascender y mucho más si se piensa trascender con un hijo. No obstante la trascendencia es un punto de vista personal, aunque debe de tener como factor común una enseñanza de tipo libertaria. Este tipo de enseñanza se puede mostrar contando experiencias a aquellos que no conocen, enseñando sobre física, o enseñando a como contar historia a través de la literatura, y debe ser libertaria pues debe mostrar una faceta para afrontar la vida cuando uno no este.

Cuando hablé con mi madre sobre la trascendencia, le exprese como se pude afrontar la vida sabiendo ser un buen amigo, pues alejado de todo sufrimiento y engaño amoroso, el amigo ha de construir la vida con miras a sobresalir y aprender en conjunto. Los amigos jamás tendrán que pelear por compromisos, ni por tiempo, ni por obsequios. Los amigos están dispuestos a entender quien es el otro, y verlo como su semejante. No existe dependencia alguna pues no existen las obligaciones pero si una profunda sensatez de que la vida se debe hacer comunidad. La mejor edad para crear amistad es entonces entre los 15 y los 28 años, pues en estos se hacen las mayores relaciones y los mayores saberes de la vida cotidiana.

Esta trascendencia es muy complicada llevarla hasta los límites de la tercera edad, así que solo se hace una transformación a una relación más univoca y sin ramas, que es el matrimonio. Vale aclarar que en este matrimonio no hago referencia al matrimonio católico, si no al compartir con una sola persona toda la vida, sin discernir entre relación heterosexual u homosexual.

Aunque Luis comprenderá algunas razones sobre la trascendencia, nos hemos adelantado a las soluciones de encontrar los absurdos, sin embargo esta forma de encontrar las soluciones son las que nos dan la mejor forma de comprender por qué el absurdo es tan fácil de nombrar para aquellos que no han entendido los objetivos de la vida y trascienden de forma inconsciente.

Es por ende que el suicidio nunca antes se vio tan bien resguardado y fundamentado a hacerse cuando no se poseen relaciones sentimentales y económicas o cuando se han minimizado y cuando sea cumplido su propia forma de trascendencia.

Es por esto Luis que trascendencias tan absurdas como las del protagonista con un hijo a costa de la vida de una mujer, es tener consciencia de la vida en forma parcial, pues ha afectado de forma drástica la vida de su mujer.

Claramente las mentes suicidas han de tener un desapego natural con los integrantes de la sociedad debido a que la mayoría de ellos tienen como fin olvidar todo compromiso y obligación que con la sociedad tienen, siendo esta una de las causas de encontrar el absurdo. No obstante tal desapego genera un sin sabor interno en la sociedad y que desde el punto de vista social, no es un productor y un aportador a la misma, por lo que los daños ocasionados al interior del circulo son rápidamente reparados. Es por tanto que la sociedad en sí, no ha puesto tanto énfasis en combatir tales actos a sabiendas de que existe la posibilidad de remedio oportuno.

Debemos defender el hecho justificado de tomar la vida propia por las manos mientras se encuentre un absurdo en los objetivos de la vida en la sociedad.

Luis tendrás que comprender que es temprano pensar a futuro, pero es un sentir, finalmente esto no va a llegar más lejos si no hasta donde tú lo hagas llegar, porque esto para mi termina cuando sea leído.

Escrito por: Alejandro R.O